YPF puso en marcha una nueva ronda del “Proyecto Andes” para desprenderse de 16 áreas de explotación convencionales, tanto operadas como no operadas, en un paso más dentro de su estrategia de reasignación de activos.
La iniciativa, que es liderada por el Banco Santander, abarca bloques distribuidos en Salta, Neuquén, Río Negro, Chubut y las provincias de Mendoza y La Pampa.
Esta nueva etapa sucede a la primera fase del proyecto, en la cual YPF ya cedió 28 activos convencionales en las provincias de Chubut, Mendoza, Neuquén y Río Negro.
Además de la venta de activos, la compañía ha avanzado con la reversión de 11 áreas, habiendo firmado acuerdos con Santa Cruz, Formicruz y Chubut para la reversión de 11 concesiones en esas provincias.
La empresa también está avanzando en un proceso similar en Tierra del Fuego.
Este plan de desinversión es uno de los pilares del llamado “Plan 4×4” de la petrolera.
Según la compañía, la reasignación de capital busca enfocar la operación en el desarrollo de Vaca Muerta, mejorar su rentabilidad y contribuir al crecimiento del país.
El objetivo declarado por YPF es generar exportaciones por 30.000 millones de dólares para 2030.
