El sector de pequeñas y medianas empresas (pymes) de Argentina propuso la creación de un Régimen de Incentivos para Pymes Industriales (RIPI) para contrarrestar la crisis que atraviesa la actividad. La propuesta busca replicar el éxito del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) y fue presentada por el Observatorio de Industriales Pymes Argentinas (IPA).
La iniciativa fue dada a conocer en el 6º Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción. Daniel Rosato, presidente del IPA, afirmó que después de haber acompañado las políticas macroeconómicas del gobierno, es tiempo de enfocarse en las pymes y en el desarrollo. Adelantó que el proyecto de ley será enviado a todos los bloques legislativos para su análisis.
El RIPI contempla una serie de beneficios fiscales y financieros, incluyendo una estabilidad de 10 años. Los incentivos se aplicarían a las empresas que superen ciertos montos de inversión: más de $50 millones para las microindustrias, más de $150 millones para las pequeñas y desde $500 millones para las medianas.
La propuesta incluye una reducción del 25% en el Impuesto a las Ganancias, amortización acelerada y devolución del IVA.
En el ámbito del comercio exterior, el proyecto busca un crecimiento del 15% en las exportaciones con valor agregado. Para ello, propone una exención de retenciones a las exportaciones por cinco años y el acceso irrestricto a divisas para reinversión de capitales.
Se estima que el régimen podría generar más de $500.000 millones en inversiones, crear 200.000 nuevos empleos formales y sumar 5.000 nuevas empresas exportadoras.
El IPA asegura que el RIPI complementaría al RIGI, creando un “puente de oportunidades” para las pymes, lo que contribuiría a la federalización productiva y la generación de empleo en el país.
La propuesta surge en un escenario de declive de la actividad industrial, la cual se ha reducido por cuarto mes consecutivo, alcanzando niveles similares a los de 2007. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en junio la producción industrial cayó un 8,8% interanual y un 2,3% en comparación con mayo.
El informe de la BCR señala que la magnitud de la contracción es una de las peores en 18 años. A esto se suma la elevada carga impositiva que enfrentan las empresas, las cuales pagan en promedio 7,4 tasas municipales, de las cuales más del 80% no tienen contraprestación, según un relevamiento de la UIA.
La situación se ve agravada por la retracción del consumo, el incremento de costos y las dificultades para acceder a financiamiento.
