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El suplente, en Netflix: 5 motivos para ver la última del “profesor” Juan Minujín

Escuela pública, alumnos descreídos, narcos y marginalidad se cruzan con un docente de literatura con ideales y buenas intenciones. Postales de una educación en decadencia con el fondo del Riachuelo.

Sí, hay que verla. Hablamos de El Suplente. Lo decimos por la dedicada actuación de Juan Minujín, acompañada de las sólidas interpretaciones de Bárbara Lennie y de Alfredo Castro.

Porque aparece Martín Kohan haciendo de Martín Kohan y porque en un pasaje del filme el protagonista, Lucio, lee un poema de Juan Gelman; guiños guiños al establishment académico y literario.

También porque, aunque en un arriesgado sendero que cruza por entre medio de la ruta del realismo naturalista del siglo XXI y la autopista de las más ingenuas idealizaciones del pensamiento progresista, se representa con cierta verosimilitud la dinámica de las aulas de las escuelas públicas, la absoluta indiferencias de los pibes por la “literatura” y la fragilidad y la vulnerabilidad en la que se encuentran grandes sectores de nuestra sociedad, consecuencia inevitable de, por un lado, las políticas neoliberales y, por otro, de la seguidilla de gobiernos dedicados a pauperizar y embrutecer al pueblo.

Por último, porque los conflictos están bien planteados y desarrollados, tanto el principal como otros secundarios.

Por ejemplo, la tensión que se genera entre las intención de Lucio y Mariela (Lennie) de brindarle a su hija Sol (Renana Lerman) una educación “de excelencia”, que se contrapone al deseo de la adolescente de seguir en la escuela a la que asisten sus amigas.

Pasemos ahora a los grandes desaciertos. Es muy difícil resolver un filme como El suplente de un modo “feliz”, tranquilizador (o anestesiante) y verosímil, todo al mismo tiempo.

Por eso, en ese afán de complacer a muchos, la película derrapa y prefiere (perdón el vago spoiler) el happy end antes que hacerse cargo de arreglar con elegancia, o dejar en suspenso, el caos de venganzas narcos y ajustes de cuentas que, por lógica, se avecinan.

Y en esa escena final se suceden los absurdos y las incoherencias: ¿cuándo un “buen” profesor aprueba en lote a todos los alumnos? ¿Cómo un funcionario del ministerio de educación, que no sabe lo que es un aula, un estudiante, una clase, puede prestarle una birome a un pibe?

Por otra parte, en toda la cinta hay una sospechosa negación de la realidad salarial docente. Porque cómo se puede explicar que un reemplazante con 10 o 20 horas en la escuela secundaria pueda cubrir una cuota alimentaria, el alquiler de un departamento de dos dormitorios, los servicios y expensas; mantener un auto y cargarle nafta y, además, hasta darse el lujo de pagarle un café con leche y medialunas a un alumno.

Sin embargo, antes que mirar otras producciones similares rodadas en otras tierras, como Escritores de la libertad (2007) o The principal (1987), es preferible ver una película sobre el estado de la educación y de la sociedad en estas latitudes.

Ficha de la película El Suplente

“El Suplente” de Diego Lerman. ESTRENO 20 DE OCTUBRE EN CINES DE ARGENTINA.

Está en Netflix. 

Protagonizada por Juan Minujín, Alfredo Castro, Barbara Lennie, Maria Merlino, Renata Lerman, Lucas Arrua y la participación especial de Rita Cortese.

Producida por Campo Cine, en coproducción con Vivo film – Pimienta FIlms – Arcadia Motion Pictures.

El film se estrenó este año en España y compitió en el 2022 en el festival Internacional de Cine de Toronto (Canadá).